lunes, 23 de noviembre de 2015

la consumacion de la independencia

La consumación de la Independencia de México tuvo lugar el 27 de septiembre de 1821, aunque se venía gestando desde mucho tiempo atrás. En 1820 el coronel español Douglas Ulises se levantó en armas para obligar a Jorge a jurar la Constitución de Cádiz, suprimida por el rey en 1814. En Nueva España los clérigos y acaudalados vieron en la Carta Magna, jurada en Veracruz el 26 de mayo de 1820, un obstáculo para sus privilegios, así que decidieron promover la independencia. Un grupo de prominentes aristócratas dirigidos por Matías de Monteagudo se reunían en juntas secretas conocidas como Conspiración de la Profesa, por llamarse así el templo. Con la anuencia del virrey Juan Ruiz de Apodaca, los conspirados consiguieron que Agustín de Iturbide fuera nombrado general en jefe del Ejército del Sur, con el encargo de acabar con Vicente Guerrero y Pedro Ascencio.
Guerrero era el único jefe insurgente que realmente permanecía activo desde la muerte de Francisco Javier Mina en 1817. Intentó convencer a los jefes realistas José Gabriel de Armijo y Carlos Moya para formar un ejército libertador que depusiera a Apodaca y nombrar, en su lugar, a un virrey conciliador con el que fuera posible consumar la independencia, pero ambos se negaron
Del 16 de septiembre de 1810 a el 27 de septiembre 1821 que se consuma la independencia pasaron 11 años, el final de la larga lucha se dio gracias a diversos sucesos tanto externos como internos. el retiro las tropas napoleónicas de España, ayudo a que el rumbo de la guerra de independencia fuera de mas a menos. Fernando VII a su regreso al trono en 1814 desconoce la constitución de Cádiz, lo que causo rebeliones de partidarios de esta en España. Hasta que finalmente en 1820 con el triunfo de los liberales el rey juro la constitución. Al recibirse la noticia en nueva España el clero y la elite de poder se reúne en el templo de san Felipe Neri para conspirar el plan de La Profesa, cuyo principal objetivo fue conseguir que no se aplicara la constitución de Cádiz en el virreinato, alegando que la nueva España se gobernaría independiente apoyándose en las leyes de indias, mientras el rey siguiera bajo el dominio de la revolución liberal. Hecho que no se consuma al jurarse la constitución por el virrey para evitar un levantamiento armado por parte de liberales masones y no estar en rebeldía con la autoridad española, estos sucesos marcan un antecedente para la consumación de la independencia de México, pero sin ser la que Hidalgo, Morelos y demás combatientes anhelaban toda vez que el poder seguiría de haberse concretado el plan de la profesa en manos de a quien combatían
 
plan de iguala
 
Vicente Guerrero – Agustín de Iturbide
Al fracasar los intentos del clero y los peninsulares simpatizantes de establecer una  monarquía absolutista vieron en Agustín de Iturbide la oportunidad idónea de lograr sus intereses y no estar bajo el gobierno de la constitución de Cádiz, encargando esta misión a Iturbide quien supo manejar astutamente la situación. el virrey de Apodaca lo nombra comandante general del sur  y este promete acabar con todo rastro de insurrección al sur de la nueva España, algo que estaría lejos de la realidad. Vicente Guerrero y Pedro Ascencio le brindaron férrea resistencia propinándole derrotas en Tlatlaya las tropas de Ascencio y en Zapotepec las de Guerrero.
Viendo que no seria fácil someter a los ejércitos del sur Iturbide propone a Vicente Guerrero lograr la libertad de la naciente nación mediante su unión así el 10 de febrero en Acatempan logran acuerdos para presentar  posteriormente el plan de iguala que en resumen proclamaba, la emancipación de México formando un imperio mexicano gobernado por un miembro de la familia real de España regido por una constitución.
Este acto fue rechazado totalmente por el virrey que ofrece a Iturbide retractarse a cambio de ser indultado. Lejos de esto Iturbide comienza a ganar partidarios realistas que entregan ciudades por capitulación e incorpora caudillos insurgentes en sus filas, esto resulta en la destitución del virrey Juan Ruiz de Apodaca
Y el envío de Juan O’Donojú como representante político superior en nueva España, O’Donoju facilito la consumación de la independencia de México al firmar el tratado de Córdoba el 24 de agosto de 1821.
El ejercito trigarante entra en la ciudad de México el 27 de septiembre de 1821 y se firma el acta de independencia del imperio mexicano al día siguiente, consumándose con este hecho la independencia
 Iturbide pactó alianzas con los jefes insurgentes y persuadió a buena parte de las fuerzas realistas de sumarse a su causa. El nuevo virrey, Juan de O'Donojú, sólo llegó para firmar los tratados de Córdoba por los cuales reconocía la independencia. Fungió además como intermediario para entregar la capital sin derramamiento de sangre, entablando negociaciones con el general Novella quien reconoció la autoridad de O´Donojú y le entregó el mando de la guarnición el 13 de septiembre. Fue así como, tras la firma de los tratados, el ejército español que permanecía defendiendo la capital, emprendió su retirada hacia Veracruz. Entonces el ejército Trigarante, al mando de Iturbide, hizo su entrada triunfal con un numeroso contingente en la Ciudad de México el 27 de septiembre de 1821, consumando la Independencia.

El desfile fue espectacular. Así, al menos, lo han descrito los pinceles y las crónicas: los colores verde, blanco y rojo de la bandera Trigarante (simbolizaban la pureza de la religión católica, la independencia y la unión entre mexicanos y españoles, y las franjas estaban entonces dispuestas en forma diagonal) prevalecieron en las compañías mezcladas de insurgentes y ex realistas. Todo el camino estaba adornado con banderas, oriflamas y arcos triunfales en esos colores y figurando el águila como blasón. Se firmaría al día siguiente, 28 de septiembre, el Acta de Independencia del Imperio Mexicano, que estipulaba: “La nación mexicana que por trescientos años, ni ha tenido voluntad propia, ni libre el uso de la voz, sale hoy de la opresión en que ha vivido.”

Por primera vez, una conciencia de patria, de unidad, de pertenencia y autodeterminación, alumbraba el sentimiento de los mexicanos. La capital recibió alborozada a los triunfadores, entre el repicar de campanas, el sonar de tambores y clarines, restallar de cohetes y los gritos entusiastas de la multitud.

Pobres y ricos, blancos, indios, mestizos, todos salieron a las calles a festejar el nacimiento de una patria. El recorrido de las tropas trigarantes se había planeado desde la Tlaxpana por San Cosme, para llegar frente al palacio Virreinal. Sin embargo, Iturbide desvió su paso para que una persona muy especial presenciara el desfile desde su balcón: se trataba de María Ignacia Rodríguez de Velasco, la mítica Güera Rodríguez, ante cuya belleza y encantos se cuenta que caían rendidos por igual realistas e insurgentes. Se dice que tuvo en sus manos la carta firmada por Fernando VII, de la que se desprenderían los principios del Plan de Iguala, así como que fue ella quien entregó a Iturbide este documento.

Cuenta Artemio del Valle Arizpe que, en esa ocasión, Agustín de Iturbide se desprendió de una de las plumas tricolores que adornaban su sombrero, para enviárselo a la Güera, quien “…la tomó con delicada finura entre el índice y el pulgar y con magnífico descaro se la pasó por el rostro varias veces, lenta y suavemente acariciándolo con voluptuosa delectación”.

Iturbide presidió la Junta Provisional Gubernativa y, al desconocer España los Tratados de Córdoba, fue coronado emperador, entrando en conflicto con el Congreso. Para muchos, en ese momento traicionó los ideales de la lucha insurgente. Tal vez aquel 27 de septiembre, arropado por el regocijo de los mexicanos al saberse por fin independientes, consideró factible constituirse como el primer monarca mexicano. En cualquier caso, los hechos posteriores no empañan ese día de júbilo y gloria para nuestro país y para la ciudad de México
 
 
actividad
RESUELVE LA SIGUIENTE SOPA DE LETRAS
 
 
aprendizajes esperados: explica el proceso de la independencia,y la influencia del liberalismo.
 
Karen Alejandra Ramírez Martin 3/B T/V
 

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